Recetitas rápidas para las épocas de exámenes.

Puré de calabacín y jamón serrano.

Ingredientes:

2 calabacines grandes
1 patata pequeña
1 puerro
1 cebolla pequeña
1 diente de ajo
1 pizca de sal
50g de jamón serrano en taquitos
Caldo de verdura ( y si no tenemos una pastilla de caldo)

Picamos el puerro, la cebolla y el diente de ajo, echamos un chorreón de aceite en una olla y ponemos a freír a fuego lento, hasta que la cebolla y el puerro estén transparentes. Mientras vamos pelando el calabacín y lo picamos en trocitos pequeños, y hacemos lo mismo con la patata. Añadimos y removemos bien. Echamos el caldo o en su lugar el agua hasta que cubra la verdura, y dejamos cocer a fuego medio, durante media hora. Si se consume el agua o el caldo podemos añadir un poco más. Todo depende de si nos gustan las cremas más espesas o no. Añadimos los taquitos de jamón serrano y le damos el último hervor.
Apartamos del fuego y dejamos enfriar un poco antes de batir.

Lo mejor de este tipo de cremas es que nos aguantan varios días en la nevera y podemos congelarnos raciones para esas épocas en las que tenemos menos tiempo para cocinar y comer sano y bien. Un consejo, no las calentéis en el microondas. Es mejor ponerlas a hervir en un cazo a fuego medio.



Pasta rústica gratinada con champiñones naturales y cebolla dulce.

Ingredientes (para dos personas)

1 cebolla dulce grande
1 bandeja de champiñones frescos mediana
2 dientes de ajo
250 g de pasta rústica
Un taquito de queso curado
1 pizca de sal
Gengibre
Pimienta
Albahaca

Pelamos y picamos la cebolla y la ponemos a freír con un chorreón de aceite a fuego lento. Vamos lavando los champiñones y los laminamos. Echamos los dientes de ajo y los champiñones a la cebolla cuando esté a medio hacer y la vamos removiendo con cuidado, hasta que se doren bien los champiñones. Salpimentamos al gusto, echamos un poquito de gengibre (preferiblemente para esta receta en polvo). Y cuando lo apartemos del fuego añadimos la albahaca, para que coja todo el sabor (Si es fresca mejor que mejor)

Guisamos la pasta tal siguiendo las indicaciones del paquete o al gusto. Una vez hecha, la ponemos en una bandeja de horno y añadimos nuestras setas. El queso curado, lo rallamos con mucho cuidado y lo espolvoreamos por arriba. Preparamos el horno en gratinar y metemos durante 10-15 minutos.

¡A disfrutar!